En el béisbol, el día libre es algo que se valora mucho.
Pero perderse una serie completa de juegos es una cuestión totalmente distinta.
“Creo
que el béisbol en un deporte de rutinas y, cuando esas rutinas se
interrumpen, es cuando todo se te enreda un poco”, comentó el mánager de
Detroit Ron Gardenhire. “Tendremos que improvisar y tratar de lidiar
con ello. No podemos controlarlo, así que no tiene sentido enfadarse
mucho”.
Gardenhire
habló el martes, luego que la que hubiera sido una pausa de un día pasó
a ser un parón de cuatro. La serie que sus Tigres iban a disputar
contra San Luis fue pospuesta debido a un brote de coronavirus en los
Cardenales — otro hueco abierto en el calendario por el COVID-19. Cuando
un equipo se ve afectado por el virus, sus futuros rivales también
quedan a la deriva, con jugadores y mánagers enfrentando una situación
inusual.
“Por ser un lanzador abridor, estás acostumbrado a una rutina
rígida, y lo ideal es retomarla”, dijo el zurdo de Milwaukee Brett
Anderson. “Pero como va este 2020, hay que acostumbrarse a estar
incómodo”.
Anderson tenía una apertura prevista para el viernes,
cuando los Cerveceros iban a recibir a San Luis. Pero esa serie no se
pudo disputar y no fue hasta el lunes cuando pudo subir al montículo.
“Tienes
que tener la mentalidad de que tocará lanzar al día siguiente, por más
que estés pensando que no será así, por lo que le está pasando a los
Cardenales”, dijo. “Debí hacer ese proceso cuatro días seguidos”.
Para
cuando los Cerveceros recibieron a los Medias Blancas de Chicago el
lunes, venían de cuatro días sin jugar — y perdieron tanto el lunes como
el martes tras retomar la actividad. Los Filis de Filadelfia pasaron
más tiempo sin nada que hacer. Disputaron sus tres primeros juegos
contra los Marlins de Miami, que fueron inhabilitados para jugar debido a
un brote en sus filas.
Los Filis, por compartir el terreno con
los Marlins, estuvieron una semana entera sin jugar. Las Grandes Ligas
ordenó un intenso régimen de pruebas a los Filis, y no se detectaron
positivos en sus jugadores. Tres empleados del equipo sí dieron
positivo, pero MLB señaló que dos de ellos parecieron ser falsos
positivos.
No fue hasta el jueves pasado cuando los peloteros de
los Filis pudieron volver a su estadio para practicar y reanudaron los
entrenamientos colectivos durante el fin de semana. No fue la manera
ideal de alistarse para enfrentar a Gerrit Cole y los Yanquis de Nueva
York la noche del lunes.
“Mucho tiempo metido en la jaula de
bateo”, dijo el primera base de los Filis Rhys Hoskins. “Obviamente
quieres enfrentar a un pitcher de verdad”.
Los Filis perdieron
6-3 en Nueva York, un juego que tuvo una interrupción de una hora por
lluvia, y el partido del jueves pospuesto por mal tiempo, dándole otro
día libre a Filadelfia.
Así las cosas, con casi dos semanas cumplidas de temporada, los Filis apenas han disputado cuatro juegos.
“Realmente
cuesta evaluar a nuestro bullpen, porque llevamos una semana sin
jugar”, dijo el piloto Joe Girardi. “Algunos han estadio ocho o nueve
días sin entrenar. Tratamos que cumplan con la mayor carga de trabajo
posible, pero no tienen el rodaje que te da un juego”.