Cuando la Major League Baseball detuvo los entrenamientos de
primavera a mediados de marzo, ante el primer bote del COVID-19,
quedaban 123 dominicanos “arriba”, 92 de ellos sembrados con contrato
garantizado y el resto peleando plazas, a la espera de ser bajados o
dejado libre de cara la campaña que se abriría en menos de dos semanas.
Este
viernes, casi cuatro meses después, con US$250 millones en salarios
perdidos por el huracán que ha representado el virus, se reanudan las
prácticas con una presencia quisqueyana que casi dobla la que empacó
maletas y se sometió a cuarentena.
En las plantillas de 60
hombres que han sometido los equipos hasta la fecha se encuentran 203
peloteros con matrícula duartiana. De ese grupo hay 152 que forman parte
del roster activos de 40, mientras que otros 51 han sido añadidos a las
reservas que estiran hasta 60 jugadores por club con la configuración
de planteles especiales para una campaña especial.
CREDITOS A DIARIO LIBRE