Una fecha inédita, una amenaza constante, una carrera sin
referencias. Retrasado dos meses por la pandemia de coronavirus, el Tour
de Francia suma interrogantes antes de su inicio el sábado en Niza
(sur) con un trío de favoritos: el colombiano Egan Bernal, el esloveno
Primoz Roglic y el local Thibaut Pinot.
Las mascarillas se
imponen en la mayor carrera del mundo. En sentido propio entre el
público, invitado a guardar cierta protección debido a la situación
sanitaria, y en sentido figurado en el pelotón, por las numerosas dudas.
“Es
un Tour diferente, en una situación completamente particular”, dijo su
director, Christian Prudhomme, quien desde abril y la decisión de
aplazamiento multiplicó las reuniones “con las instancias deportivas y
las autoridades del país”.
CREDITOS A DIARIO LIBRE