Zach Plesac, lanzador de los Indios de Cleveland, siente que él y su compañero Mike Clevinger
han sido retratados injustamente como “gente mala” a raíz de que el
equipo los puso a ambos en cuarentena por infringir los protocolos de
COVID-19 el fin de semana anterior en Chicago.
Plesac dijo que
había difundido el jueves un video de seis minutos en su cuenta de
Instagram con el objetivo de “plantear la verdad” sobre la situación
ante los fanáticos del club.
El lanzador de 25 años reconoció que desobedeció las órdenes del
equipo, que impedían abandonar el hotel el sábado. Junto con Clevinger,
fue a cenar y socializar con varios amigos de Plesac.
En la jornada, Plesac había lanzado, y se había llevado el triunfo en el juego entre los Indios y los Medias Blancas.
Responsables
de seguridad de las Grandes Ligas informaron a los Indios que los dos
lanzadores fueron vistos el público. El club dispuso entonces que un
automóvil trasladara a Plesac a su casa, para que no tuviera contacto
con sus compañeros en caso de que hubiera contraído el coronavirus
durante su salida.
Clevinger no reveló al equipo que había acompañado a Plesac. Voló de regreso con el resto de sus compañeros.
Los
Indios colocaron a los dos lanzadores derechos en la lista de
restricciones el martes. Ese día, Adam Plutko, otro pitcher de
Cleveland, comentó que Plesac y Clevinger “habían hecho mucho daño".
“Nos mintieron”, reprochó.
Plesac
insiste en que no hubo malicia en sus actos. Asegura que tanto él como
Clevinger se cuidaron de guardar la debida distancia durante su cena con
el grupo de amigos y después de ésta.
El pitcher indicó que ha
dado dos veces negativo del virus, aunque aseguró que entiende los
riesgos que corrió al abandonar el hotel.
Si bien aceptó que
había infringido el código de conducta implementado por el equipo para
proteger a los peloteros, consideró injustas las críticas hacia él y
Clevinger en algunos medios.
“La prensa es terrible, hombre”,
dijo Plesac en el video. “Hace algunas cosas perversas para fabricar
historias, hacer que ciertas cosas suenen mejor o peor”.
Según
Plesac, él y Clevinger cumplieron con los parámetros de los Centros de
Control y Prevención de Enfermedades (CDC) cuando salieron del hotel, y
no estuvieron “con más de ocho personas en toda la noche”.
Lamentó que él y su compañero hayan sido retratados como “malos compañeros, gente mala”, y que se les haya “arrastrado al lodo”.
CREDITOS A DIARIO LIBRE