El 10 de julio de 2019, Al Horford llegó a la familia de los 76ers de
Filadelfia, lo que es su tercera franquicia y, por tanto, además de su
jugoso contrato, un anhelo más de conquistar lo que cualquier jugador
quisiera llevarse: su anillo de campeón.
La escalera luce
empinada, pues en el Este Milwaukee Bucks y Toronto Raptors lucen más
fortalecidos y de llegar a la final, entonces los equipos angelinos
Lakers y Clippers tienen de más que ofrecer.
Este lunes, el pívot
de los 76ers (43-30, sexto del Este) comienza su trayectoria de
postemporada, un partido que será a las 6:30 p.m. contra los Celtics de
Boston (48-24, tercero del Este) y en el que este último sale favorito
para llevarse la serie, que se disputará a un 7-4. Será en el mismo
escenario para todos los equipos, ESPN Wide World of Sports Complex, la
llamada burbuja.
No
es necesario investigar mucho, con lesion de BenSimmons, quien fue
operado exitosamente de su rodilla izquierda el pasado lunes. Comenzó su
rehabilitación inmediatamente y Filadelfia no lo descarta en caso de
que se vayan profundo en la postemporada. Claro, primero deben de
pasarle a Boston. Su condición es fuera de manera indefinida.
Los 76ers y los Celtics se enfrentaron cuatro veces esta temporada, y Filadelfia se llevó la serie, 3-1. El quisqueyano estuvo fuera (rodilla izquierda/hamstring) en el segundo de los cuatro juegos. Promedió 14 en la serie.
Así comienza Horford un intento más por al menos alcanzar la final de la NBA, aunque pensar en un título, con las condiciones de los 76ers, suena a quimera.
El pívot dominicano tendrá más responsabilidad ofensiva, dada la ausencia de Simmons y los problemas de Embiid, por lo que además de su calidad técnica de juego, sus puntos y su físico serán claves para los 76ers.
“Las estadísticas (de Horford) son bastante buenas”, ha dicho el mánager del equipo, Brett Brown. Además de “esa presencia física que él aporta a este grupo”.
Terminó con promedios de 11.9 puntos y 6.8 rebotes por partido en la ronda regular, en su primera temporada con este equipo, que ve algo debilitado su llamado “The Process”.
Casi en la final
En
el 2018, los Celtics llegaron a su hogar, el TD Garden, con la
posibilidad de definir una serie que le daría el boleto a la final.
Se encontraba igualada 3-3, pero tenían de frente a los Cavaiers de Cleveland y, por supuesto, a LeBron James.
Después
de ganar los dos primeros partidos de esa final de la Conferencia Este,
perdieron los siguientes dos y así todo el mundo defendió su casa, pero
al final, Boston no pudo lograrlo ante Cleveland y cayeron 87-79.
Horford encestó 17, pero LeBron se adueñó de la cancha con sus 35
puntos, 15 rebotes y nueve asistencias.
Conclusión: James a la
final y Horford a esperar otra oportunidad. Era la tercera ocasión que
James se interponía en el camino del dominicano en la final. Antes fue
en el 2015, cuando fue barrido en la final del Este y luego en el 2017,
cuando cayó 4-1. Siempre LeBron. Esta vez no está LeBron, pero Horford,
que eligió la acera de enfrente, para dejar a Boston, su antiguo equipo,
encuentra su conjunto que llega diezmado de forma evidente.