Abrazos efusivos para festejar los goles. Forcejeos y empujones luego
de las faltas violentas. Jugadores que no acataron la nueva norma de
distanciamiento social, a la que han instado las autoridades, durante
las pausas para hidratarse ni al abandonar la cancha.
Dentro de
las líneas que delimitan la cancha, todo pareció como en los tiempos
previos a la pandemia en el segundo día de actividad de La Liga española
tras una interrupción de tres meses.
La excepción que rompió la
ilusión de normalidad el viernes, en el empate 1-1 entre Valencia y
Levante y en el triunfo del Granada por 2-1 sobre el Getafe, fueron los
médicos que usaban mascarillas cuando atendían a los jugadores que se
habían llevado algún golpe.