A medida que el deporte profesional asoma su cabeza colectiva desde
la cobertura de una pandemia y encuentra metódicamente un camino para
reiniciar sus ligas, la incertidumbre va mucho más allá de cuántos
juegos pueden disputar, si se otorgarán campeonatos y cuándo se les
permitirá a los fanáticos asistir a los parques.
No, la gran
incógnita radica en qué cambios provocados por la mitigación de COVID-19
pueden volverse permanentes, y cómo pueden reordenar significativamente
el panorama deportivo.
Y en muchos escenarios en los que emerge
un nuevo orden mundial, el mayor perdedor podría ser Major League
Baseball, dice un reporte del diario estadounidense USA Today.
CREDITOS A DIARIO LIBRE