Albert Pujols aseguraba que quería estar en el Clásico Mundial de
Béisbol hasta como “carga palos”, Robinson Canó estaba dispuesto a jugar
un rol secundario y Nelson Cruz estaba tan comprometido que hasta le
habían ofrecido la dualidad de jugador/gerente. Y Fernando Rodney
tampoco se quería quedar.
Este grupo de veteranos prometía
juntarse con la nueva generación representada en Juan Soto, Fernando
Tatis III, Vladimir Guerrero Jr., Eloy Jiménez, Rafael Devers y Gary
Sánchez para “sacar candela” con los trabucos que prometían Estados
Unidos, Puerto Rico, Venezuela y Japón.
Pero la posposición del
evento para una fecha desconocida amenaza con terminar el sueño del
grupo de veteranos del primer párrafo.