A sus 31 años, Jesús Antonio Mejía Armenteros bien pudo estar un día
cualquiera en un tribunal con su toga y su birrete. Pero este joven
decidió, quizás desde niño, que además de estudiar derecho, le
apasionaba el análisis del juego de béisbol, como ciencia. Y eso lo
lleva a convertirse, desde el pasado jueves, en el gerente de los
Gigantes del Cibao.
Esa designación le da la oportunidad de hacer
historia, pues al ser el hijo del presidente de la Liga Dominicana de
Béisbol, Vitelio Mejía, los convierte en la primera pareja del béisbol
dominicano, y quizás del mundo, con esa condición de presidente y
gerente.
Nadie se llame a engaños. Cuando su padre llegó a la
presidencia de la liga, su hijo ya tenía siete años en las oficinas y en
total 11, entre Leones del Escogido y Toros del Este, acumulando cuatro
campeonatos.